La Virgen de la Cabeza, la romería más antigua
La Romería de la Virgen de la Cabeza, la más antigua de cuantas tienen
lugar en España y declarada de Interés Turístico Nacional, se celebra en
la localidad jiennense de Andújar el último domingo de abril.
Según la tradición, en la noche del 11 al 12 del mes de agosto de 1227
un pastor de Colomera (Granada) encontró una imagen de la Virgen de la
Cabeza en la sierra, en el término municipal de Andújar. Dicha imagen se
trasladó a la Iglesia de Santa María la Mayor, donde quedó guardada y
se le empezó a rendir culto.
Sin embargo, la leyenda cuenta que
la intención de la Virgen era que el pueblo le edificara una ermita en
el cerro donde apareció, por lo que en varias ocasiones desapareció de
la Iglesia y fue hallada de nuevo en el mismo lugar.
En años
posteriores a la aparición se crearon cofradías por toda Andalucía y
Castilla-La Mancha, para más adelante hacerlo también en Castilla-León,
Cataluña, Levante, Aragón e Hispanoamérica.
La Romería de la
Virgen de la Cabeza se desarrolla en plena Sierra Morena y constituye
una impresionante manifestación de fervor mariano, adornada con el
colorido de los estandartes y banderas de cada una de las cofradías que
vienen de toda España.
La eclosión floral de la primavera sirve
de marco al ir y venir por los caminos de la sierra. Los romeros a pie,
caballo, en mulos o en carretas, manifiestan una expansión festiva, pero
de honda y sincera devoción, haciendo de la convivencia su mejor forma
de oración.
La romería, que dio comienzo en el siglo XIII, se
inicia con el desfile de la cofradía de Andújar por las calles de la
ciudad. A continuación los romeros recorrerán, a pie, caballo, en mulos o
en carretas los 24 kilómetros del camino, que se inicia en la Campiña y
finaliza en El Cabezo.
Al amanecer del domingo se espera el
momento culminante de la solemne procesión. Las cofradías de Colomera y
Andújar presiden la misa a media mañana y tras entonar una Salve se
procede al traslado de la Virgen desde su trono en el camarín hasta sus
andas, entre una masa eufórica que se abalanza sobre ella.
A lo
largo de la calzada que han formado previamente todas las cofradías,
multitud de devotos se agolpan hacia las andas con la imagen, que
comienza a recorrer las calzadas del cerro.
Dos religiosos
situados a ambos lados de la Virgen acercan al manto los niños, prendas y
objetos que les entregan los romeros para ser bendecidos, en un
recorrido que suele durar cuatro horas hasta la vuelta al camarín.
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