D. Jesús Catalá, obispo de Málaga
D. Jesús Catalá, obispo de Málaga
Reproducimos íntegramente el contenido del mensaje de Navidad del obispo de Málaga, D. Jesús Catalá.
«Las Fiestas Navideñas evocan en nosotros recuerdos de infancia llenos de
ternura, que saben a hogar familiar. La celebración del Nacimiento de Nuestro
Señor, el Hijo de Dios, en un portal del pequeño pueblo de Belén, nos
recuerda el gran amor que Dios tiene hacia los seres humanos.
El Verbo eterno, sin dejar de ser Dios, se hace hombre, para acercarse a
nosotros y elevarnos a su condición divina. ¡Qué gran misterio de amor!
Belén nos habla de pobreza, de desprendimiento, de amor. Resulta paradójico
que un acto sencillo de pobreza se haya convertido en el momento histórico más
importante para la humanidad. En el plan de Dios, este momento de la
Encarnación del Verbo constituye la “plenitud de los tiempos” y para la
historia humana ha sido un momento crucial, que ha dividido el tiempo en un
antes y un después.
Algunos, faltos de sentido religioso, desean volver al antes de ese momento;
y sólo quieren celebrar el “solsticio de invierno”, como simple fenómeno
natural, en el que comienza a alargar el día. Pero desconocen que el Nacimiento
de Jesús de Nazaret se celebra precisamente en ese momento, porque él es el
“Sol invicto”, que no conoce el ocaso.
La cercanía de Jesús de Nazaret y su desprendimiento nos anima a
aproximarnos a los demás, sobre todo a los más necesitados; nos enseña a ser
hermanos y a convivir como tales.
Deseo agradecer el esfuerzo social y caritativo que hacéis todas las
parroquias, las congregaciones religiosas, las Hermandades y Cofradías, los
movimientos eclesiales, y todas las personas de buena voluntad. ¡Seguid haciendo
el bien y atendiendo a los hermanos más necesitados!
Las Fiestas Navideñas nos ayudan a profundizar en nuestra fe, a mantener la
esperanza cristiana y a llevar a la práctica el amor.
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