Padre Domingo Conesa: "Estoy de nuevo en el Santuario a disposición de todos junto a la Comunidad Trinitaria"
El trinitario Padre Domingo Conesa Fuentes nacido en El Toboso (Toledo) es hijo de Antonio y Petra. En 1968 se incorpora al Seminario del Santuario. Tras su formación en él, pasa a complementarla en Antequera. En 1974 celebra su primera profesión en Córdoba, donde estudia Filosofía y, tres años más tarde, la solemne, en Granada donde estudia Teología. Es ordenado sacerdote en su pueblo natal, el 10 de diciembre de 1978. Ha desempeñado distintos cometidos: delegado de pastoral vocacional y docente en Valdepeñas, Andújar y Alcázar de San Juan. El cuádruple trienio que va de 1997 a 2009, tuvo en el rector del Santuario de la Virgen de la Cabeza, Domingo Conesa, un protagonista de relieve especial por su capacidad de trabajo y sus múltiples ideas. Emprendedor permanente de proyectos nuevos, su rectorado ha sido uno de los de más larga duración en estos 79 años de presencia trinitaria en el Santuario. Cierra, en 2009, una certera gestión en el mismo, repleta de compromisos y entrega, de trabajo ímprobo y apasionado, de intensa actividad que están en la memoria colectiva de todos, colaboradores y devotos en general y en las páginas de la revista "Aires de Sierra Morena" (puesta en marcha por él, en el año 2000).
Desde la llegada de los Trinitarios al Cerro, en 1930, quince han sido los rectores que, con sus comunidades, dedicaron mucho esfuerzo al servicio del Santuario y tan sólo tres han repetido mandato, entre estos el padre Domingo. Inicia, pues, una nueva etapa al frente del Real Santuario de la Virgen de la Cabeza.
P. ¿Esperaba volver de nuevo al Santuario? ¿Tiene ya elaborado un programa?.
R. No lo pensaba, y menos lo esperaba. Ha sido una sorpresa para mí. Acepto la decisión de mis hermanos, acepto esta tarea con enorme ilusión de poder seguir profundizando y extendiendo la devoción a la "Morenita" con todas mis posibilidades y mis limitaciones. Cuando uno accede de responsable a un destino se llevan inquietudes e ideas. Yo las tengo para esta nueva etapa en el Santuario. Pero antes hay que redefinirlas, contrastarlas y valorarlas. Mi actuación se centrará en tres aspectos: pastoral-espiritual, cultural y patrimonial.
P. ¿Hay que tener, además de carácter, alguna "pasta especial para dirigir el Santuario, donde confluyen colectivos tan diversos, con egos tan evidentes, notorios y arraigados en sus representantes más directos, sobre todo en la Cofradía Matriz?
R. Me siento privilegiado por estar junto a Ella, y trataré de ser fiel a cuanto significa, en la vida de la Iglesia, de la Orden y en cada uno de sus hijos, sé que me acompañará y estará presente en los momentos más complicados que se me presenten, pero saldremos adelante y esperamos llegar a buen puerto. Respeto a todos y en la misma medida lo espero de ellos. Por Ella, pondremos de nuestra parte.
P. Cada periodo histórico en cualquier institución religiosa universal, es, como diría Juan XXIII, un "signo luminoso" en su historia. ¿Marcará y consolidará el P. Domingo tendencias y proyectos que, quizás, quedaron en su gestión anterior?
R. Empezamos a andar, y en este andar iremos midiendo lo angosto del camino y nuestras fuerzas, para superar y hacer que ese camino sea más llevadero. Ciertamente que trataremos de realizar aquellos proyectos que se adecúen al devenir de la devoción a la Virgen de la Cabeza, en este Santuario.
P. ¿Con qué retos afronta la responsabilidad de este nuevo mandato al frente del Santuario?
R. Cuando llegas a un lugar la labor más importante es servir a cuantos están y a cuantos puedan llegar; es abrir las puertas para que se encuentren a gusto y a la vez implicarles, en este caso, en las actividades del Santuario. Todo se nos ha dado con gratuidad, nuestra tarea es mantenerlo y acrecentarlo, aunque conlleve esfuerzo y lucha.
P. ¿Qué significa el Santuario y la Virgen de la Cabeza en la vida personal de Domingo Conesa?
R. Imagino que mi opinión coincidirá con la de otros muchos. Es mi vida. Desde pequeño, mi destino ha estado ligado a este bendito lugar. La Virgen, la "Morenita", ha sido, es y será mi vida, es un sin vivir para que cada día sea algo mejor. Es, el reclamo que mi voz lanza al viento para que él se disperse por el mundo anunciando las maravillas que aquí realizó Dios.
P. En tantos años de estancia en el Santuario, ¿qué experiencia personal vivida le ha dejado más honda huella?
R. Difícil respuesta, pues han sido muchas, con referencias y emociones muy diversas. Pero siempre evoco la romería de 1998, cuando Dios cambió la vida de cuatro jóvenes, por intervención de la "Morenita". Llegaron incrédulos y hoy son apóstoles como San Pablo. Es largo de contar los pormenores del hecho.
P. ¿Ve posible la experiencia de subir al Santuario en romería a lomos de un mulo, acompañando a la Cofradía, caballos y carretas?
R. La experiencia con la trascendencia es algo que se escapa a la lógica; salta en el momento más insospechado y cuando menos lo esperas. Es como el Amor, de enamoramiento. Cada vez es más complicado, pues estamos embotados y muchas veces incapacitados para la experiencia que dices, pero a pesar de ello nuestra bendita Madre de la Cabeza busca los resquicios para poder entrar en aquel que se jacta de..., para que viva la Romería y la trasmita al mundo.
P. El Santuario de la Virgen de la Cabeza es un faro de devoción mariana muy universal, acrecentado desde su nombramiento como Basílica. ¿Cómo ve su devenir, sus funciones y sus retos?
R. Si la pregunta es correcta y la dices porque así la sientes, hay que abrir la mente y el corazón. No se puede decir eso y actuar con estrechez de miras y egoísmo partidista de mío, tuyo. Es sentarse y estrecharse para que otro pueda sentarse. Hay que llamar a la mesa, a compartir, a ser iguales y caminar al lado y no... tú vas detrás de mí. Hay que llamar como las campanas del Santuario, para que todo el que llegue se encuentre en la Gloria. ¡Estás junto a Ella!
P. Dada la falta de vocaciones y el paso del tiempo en las comunidades religiosas, ¿cómo ve el futuro de la rectoría del Santuario?
R. Esto es obra de Dios y Él será quien marque la forma y manera. Es un tema que no me preocupa, ni nos preocupa, somos hombres de paso, venimos para servir y aquí quedará cuanto hayamos hecho, para que otros recojan lo sembrado y les sirva para ver más cerca el porqué de una devoción centenaria transmitida a lo largo del tiempo y que sigue siendo una interrogante en la vida de quien se acerca junto a Ella. Que nuestra bendita Madre de la Cabeza nos guíe, nos acompañe hasta el lugar donde Dios nos tiene reservado a todos los que intentan que su familia, su pueblo, su nación y el mundo sean más humanos.
P. Padre Domingo, ¿algo más que añadir?
R. Que estoy de nuevo en el Santuario a disposición de todos, junto a la Comunidad. Mi saludo afectuoso al Consejo Pastoral, residentes en el poblado del Santuario y fincas de la sierra, cofradías, peñas y devotos en general de la "Morenita".
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