Fiel a su cita con el tercer fin de semana de junio, la hermandad de la Virgen de la Cabeza ha celebrado este fin de semana la romería en honor a su titular, que este año ha alcanzado su trigésimo cuarta edición. Dentro del amplio programa de actos preparado para la ocasión, el pregón que pronunció el viernes María del Carmen Avila Campos fue el mejor preámbulo para uno de los momentos más esperados por los numerosos romeros que este año acompañaron a la pequeña y bella imagen mariana, que tras la eucaristía celebrada en su templo inició, a las seis de la tarde del sábado, el recorrido que la condujo hasta Sierra Cristina.
Las suaves temperaturas de este año favorecieron que la comitiva estuviera integrada por varios cientos de romeros y una decena de carretas, así como un nutrido grupo de caballistas, que acompañaron a la Virgen de la Cabeza hasta su ermita.
Tras una intensa noche en Sierra Cristina, ayer domingo las actividades daban comienzo con la misa rociera, en la que se impusieron a los nuevos hermanos y devotos las medallas de la hermandad, a la que siguió al ofrenda floral de los caballistas y la entrega de premios del quinto certamen de poseía A la Virgen Romera , recitando los ganadores sus trabajos ante la Virgen de la Cabeza.
En las inmediaciones de su ermita se celebró una carrera de cintas a caballo, como preámbulo a un almuerzo que dio paso a unas horas en las que reponer fuerzas de cara al regreso a Priego. Cuando los últimos rayos de sol se ocultaban por el horizonte, la Virgen de la Cabeza entraba la localidad, siendo recibida por sus fieles.
Las suaves temperaturas de este año favorecieron que la comitiva estuviera integrada por varios cientos de romeros y una decena de carretas, así como un nutrido grupo de caballistas, que acompañaron a la Virgen de la Cabeza hasta su ermita.
Tras una intensa noche en Sierra Cristina, ayer domingo las actividades daban comienzo con la misa rociera, en la que se impusieron a los nuevos hermanos y devotos las medallas de la hermandad, a la que siguió al ofrenda floral de los caballistas y la entrega de premios del quinto certamen de poseía A la Virgen Romera , recitando los ganadores sus trabajos ante la Virgen de la Cabeza.
En las inmediaciones de su ermita se celebró una carrera de cintas a caballo, como preámbulo a un almuerzo que dio paso a unas horas en las que reponer fuerzas de cara al regreso a Priego. Cuando los últimos rayos de sol se ocultaban por el horizonte, la Virgen de la Cabeza entraba la localidad, siendo recibida por sus fieles.
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