La Virgen de la Cabeza, ante la casa hermandad de Málaga en 2009.
Málaga ha llegado un año más a Andújar con motivo de la romería de la Virgen de la Cabeza, la más antigua de cuantas se celebran en España, que tiene lugar este fin de semana. Unos 300 malagueños asistirán a los actos, según las previsiones de la hermandad de la Virgen de la Cabeza de Málaga, que aloja en su casa hermandad del Cerro del Cabezo a 150 personas.
Ayer se celebró el acto de entrada en Andújar con un pasacalles por las principales vías del municipio y la recepción oficial por parte de la cofradía matriz en la plaza de España (donde está el Ayuntamiento), de las 66 hermandades que han peregrinado este año, por estricto orden de antigüedad, pero a la inversa. La hermandad de Málaga fue ayer la octava en ser recibida, según explicó el hermano mayor, Antonio Aguilera.
Los días más intensos de la agenda se vivirán durante el día de hoy y mañana. Esta tarde, sobre las 13.30 horas, los romeros malagueños se presentarán ante la Virgen en su Santuario –el Vaticano le ha concedido el título de basílica–. El domingo tendrá lugar la Misa Mayor de campaña, ante la fachada principal del templo, que será oficiada por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, y presidida por primera vez en la historia por la imagen de la Reina de Sierra Morena, en sus andas procesionales, con motivo de la clausura del Año Jubilar de la Virgen de la Cabeza, que celebra la diócesis jiennense con motivo del centenario de la coronación canónica de la imagen.
Cuando concluya la eucaristía, se inicia la procesión por el poblado, a partir de las 11.30 horas. Durante aproximadamente unas seis horas, la venerada imagen recorre cada una de las casas hermandad de las cofradías filiales. A la de Málaga llegará en torno a las 14.00 horas, según los cálculos de Aguilera.
El pasado mes de octubre, el papa Benedicto XVI otorgó la Rosa de Oro a la Virgen de la Cabeza, patrona de la diócesis de Jaén, convirtiéndose así en la única imagen mariana en España que ha recibido esta condecoración pontificia. Se trata de un rosal de oro con flores, botones y hojas, colocado en un vaso de plata renacentista en un estuche de oropel con el escudo papal.
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