RESEÑA HISTÓRICA: CALLE ARCO DE LA CABEZA
Según cuenta el historiador Medina Conde, y repiten cronistas e historiadores de Málaga, se debe a una de las tantas fundaciones particulares del siglo XVIII. En esta calle, existía antiguamente un modesto retablillo con una imagen en lienzo de Nuestra Señora de la Cabeza. Se trataba de una obra de arte muy deficiente, pero a la cual profesaban gran devoción los vecinos de aquellas inmediaciones contribuyendo a su culto. Una devota, llamada Catalina de Vejarano, que vivía en la Puerta de Antequera cuidaba del culto y del aseo, manteniendo una lámpara de aceite que encendía al toque de oración. Deseando un mejor albergue para la imagen, labró a su costa, una humilde capilla en l664. Obtuvo permiso para pedir limosnas. Murió, años más tarde, tan buena señora, pero perduró su fundación. En 1737 fue cambiado el lienzo por una talla: la capilla se convirtió en ermita. En 1753, un terremoto causó daños a la ermita, que hubo de ser reformada posteriormente. Durante la dominación francesa fue destruida. Esta calle era una prolongación del antiguo camino de la Ronda, que por la parte interior de la muralla corría desde la Puerta de San Buenaventura a la Puerta de Antequera, que en época posterior se dividió en tres trozos o calles distintas, denominadas actualmente Muro de San Julián, Muro de las Catalinas y calle del Arco de la Cabeza.
RESEÑA HISTÓRICA: CALLE VIRGEN DE LA CABEZA
Virgen que se venera en el Santuario que lleva su nombre, situado en Sierra Morena en la ciudad de Andújar (Jaén). Este santuario fue defendido del asedio al que fue sometido durante la guerra civil, por heroicos guardias civiles al mando del Capitán Cortés. El Cristo de la Expiración lleva una arqueta a sus pies con tierra de dicho santuario, en recuerdo de aquella gesta y al ser la Guardia Civil hermano mayor honorario de la Cofradía.
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