Este año gana en intensidad por el Año Jubilar-Pontifical
No hubo hermano mayor de Andújar en el traslado
13.08.09 -
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ
ANDÚJAR
A los 782 años se volvió a reeditar el misterio. Aquella legendaria aparición de la Virgen de la Cabeza al pastor Juan Alonso de Rivas en la madrugada del 11 al 12 de agosto, se volvió a vivir de una manera intensa y entrañable el pasado martes por la noche.
Al final, 51 fueron las cofradías filiales de las provincia de Jaén y de distintos puntos de la región y del país las que mostraron su hondo fervor a 'La Morenita' en su sacral santuario en una noche cuajada de candor y ternura. Abrió el cortejo el humilde y fervoroso grupo parroquial de la aldea de Los Pascuales (La Puerta de Segura) y cerró la Matriz de Andújar. El reguero de cofradías mostró el espectro de una devoción tan ancestral, como secular.
En la presente edición se quebrantó uno de los tópicos que adornan a esta 'mágica noche'; las estrellas no refulgieron con el brillo de siempre y el sol de la tarde agosteña no se escondió tan imperioso y bermejo como en otras ocasiones (algunas nubes que incluso al principio amenazaron lluvia) ensombrecieron a los astros, pero la noche fue ganando en intensidad y calor cuando comenzaron los cultos. El Año Jubilar le ha dotado de más prestancia, porque fueron muchas las personas que aprovecharon el evento para ganar la Gracia. La fila de caravanas desde primera hora de la tarde atestiguaron la masiva presencia de decenas de miles de devotos.
Ofrenda de frutos
Los cultos se iniciaron con la ofrenda de frutos de las filiales que le cantaron, vitorearon y le ofrecieron lo más típico del terreno. Estuvieron animados constamente por el párroco del Santuario, Rafael Márquez, y por el nuevo rector, Isidoro Murciego. Este acto precedió a uno de los momentos más culminantes de la noche como fue el traslado de imagen desde el camarín a sus andas (con alto de retraso). Murciego tuvo la oportunidad por primera vez de entregar la Virgen al pueblo y la cofradía. Participaron en el traslado el presidente de la Real e Ilustre Cofradía Matriz, José María González; el alcalde en funciones en ese momento, Salvador Paulano; y la hermana mayor de Colomera, Silvia Camarero. Este traslado dejó un hecho inédito, no estuvo presente la figura del hermano mayor de Andújar. Silvia Camarero representó al pastor Juan Alonso de Rivas. «Esto es lo más grande, estamos haciendo el mismo camino que él realizó», suscribió emocionada Camarero.
Salvador Paulano tuvo en sus manos por primera vez a la Virgen. «Es una emoción grandísima, y un momento indescriptible e inolvidable», señaló. El rector, Isidoro Murciego, dijo que lo vivido el pasado martes por la noche: «Es una corriente que te lleva, tanto la Virgen como las cofradías te dejan arrastrar». Añadió que vivió este hecho «como un regalo y como un sitio ideal para vivir la fe». Quedó fascinado de como personas de todas las edades se acercan a la Virgen.
El obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, presidió la homilia, que estuvo concelebrada por párrocos trinitarios.
No hubo hermano mayor de Andújar en el traslado
13.08.09 -
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ
ANDÚJAR
A los 782 años se volvió a reeditar el misterio. Aquella legendaria aparición de la Virgen de la Cabeza al pastor Juan Alonso de Rivas en la madrugada del 11 al 12 de agosto, se volvió a vivir de una manera intensa y entrañable el pasado martes por la noche.
Al final, 51 fueron las cofradías filiales de las provincia de Jaén y de distintos puntos de la región y del país las que mostraron su hondo fervor a 'La Morenita' en su sacral santuario en una noche cuajada de candor y ternura. Abrió el cortejo el humilde y fervoroso grupo parroquial de la aldea de Los Pascuales (La Puerta de Segura) y cerró la Matriz de Andújar. El reguero de cofradías mostró el espectro de una devoción tan ancestral, como secular.
En la presente edición se quebrantó uno de los tópicos que adornan a esta 'mágica noche'; las estrellas no refulgieron con el brillo de siempre y el sol de la tarde agosteña no se escondió tan imperioso y bermejo como en otras ocasiones (algunas nubes que incluso al principio amenazaron lluvia) ensombrecieron a los astros, pero la noche fue ganando en intensidad y calor cuando comenzaron los cultos. El Año Jubilar le ha dotado de más prestancia, porque fueron muchas las personas que aprovecharon el evento para ganar la Gracia. La fila de caravanas desde primera hora de la tarde atestiguaron la masiva presencia de decenas de miles de devotos.
Ofrenda de frutos
Los cultos se iniciaron con la ofrenda de frutos de las filiales que le cantaron, vitorearon y le ofrecieron lo más típico del terreno. Estuvieron animados constamente por el párroco del Santuario, Rafael Márquez, y por el nuevo rector, Isidoro Murciego. Este acto precedió a uno de los momentos más culminantes de la noche como fue el traslado de imagen desde el camarín a sus andas (con alto de retraso). Murciego tuvo la oportunidad por primera vez de entregar la Virgen al pueblo y la cofradía. Participaron en el traslado el presidente de la Real e Ilustre Cofradía Matriz, José María González; el alcalde en funciones en ese momento, Salvador Paulano; y la hermana mayor de Colomera, Silvia Camarero. Este traslado dejó un hecho inédito, no estuvo presente la figura del hermano mayor de Andújar. Silvia Camarero representó al pastor Juan Alonso de Rivas. «Esto es lo más grande, estamos haciendo el mismo camino que él realizó», suscribió emocionada Camarero.
Salvador Paulano tuvo en sus manos por primera vez a la Virgen. «Es una emoción grandísima, y un momento indescriptible e inolvidable», señaló. El rector, Isidoro Murciego, dijo que lo vivido el pasado martes por la noche: «Es una corriente que te lleva, tanto la Virgen como las cofradías te dejan arrastrar». Añadió que vivió este hecho «como un regalo y como un sitio ideal para vivir la fe». Quedó fascinado de como personas de todas las edades se acercan a la Virgen.
El obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, presidió la homilia, que estuvo concelebrada por párrocos trinitarios.
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