Interpretar mejor

Alfredo Ybarra

Un grupo de sevillanos pertenecientes a una hermandad pasional, por casualidad me paran por la calle para interrogarme sobre los museos de la ciudad. El día anterior estuvieron en el Santuario y entre otras muchas cosas pudieron apreciar la gran calidad y cantidad de materiales expositivos del Museo Mariano del Santuario que puede estar en uno de los primeros niveles en museos de su género.

También me valoraron positivamente el Centro de Visitantes del parque Natural y elogiaban por el nivel vanguardista que tiene y su atrayente fórmula para dar a conocer elementos diversos del parque Natural.

Quien me conozca sabe que por mi circunstancial cargo al frente de la Junta Rectora del Parque Natural no suelo hablar casi nunca de ciertas cosas y más en estas columnas periodísticas. Pero hablo en esta ocasión porque la adjetivación es indirecta y procedente de unos visitantes y en segundo lugar porque como no lo hago frecuentemente, como columnista, sí que podría hacerlo al no cargar casi nunca las tintas por estos lares y además porque mientras, en bastantes ocasiones he visto críticas que a veces con razón, y en muchas ocasiones sin ella, procedían de la crítica fácil.

Y conste que no busco la comparación ni nada de eso, sino que hoy puntualmente es motivo para provocar una reflexión y ojala, una decisión en positivo y hacia delante. Ante estos visitantes, como heraldo de esa máxima del periodismo de “saber para contar” pues quise escucharlos sin desvelar mis responsabilidades. Hablaban de que semanas anteriores, por ejemplo, visitaron museos en tierras riojanas y navarras, y eran de una excelencia extraordinaria, y que por el contrario en la ciudad habían podido ver poco y lo visto en general necesitaba una actualización, mayor y mejor interpretación (hasta de alguno de nuestos museos las horas de apertura son ridículas).

Echaban en falta bastantes cosas de acuerdo a la historia que habían leído de la ciudad. Como andujareño, me dolió y por eso hoy lo expongo para que todos nos pongamos las pilas. Incluso señalaban, en el ámbito distendido de la conversación, mientras les acompañaba un poco a ciertos hitos andujareños, que sería fundamental unir la ciudad a la tradición romera que tiene, tan potente, un museo romero y complementario del que hay en el Santuario y me ponían ejemplos de museos en ciudades unidos a sus grandes eventos históricos.

Ahí sí que les dije que llevo ya tiempo pidiendo a la Cofradía Matriz y a todas las autoridades locales, el comenzar poco a poco con este proyecto de Museo Romero. Hay mucho material disperso que se puede ir recuperando y muchas historia para que este espacio interpretativo pueda ser pronto una realidad. Yo al menos si tengo salud y un espacio para hacerlo, seguiré pidiéndolo.