Europa Press sobre la Romería de la Virgen de la Cabeza

La lluvia causa desperfectos y retrasa los preparativos romeros

Nunca llueve a gusto de todos. El sabio refrán popular sembró los pensamientos de muchos ilitrugitanos que miraban al Cerro del Cabezo asombrados por los numerosos arroyos que, en una semana, se han formado en los alrededores del Santuario. Es la cara menos amable de la lluvia.

durante el fin de semana. El cerro del Cabezo ha comenzado a poblarse de tiendas y carpas.

Esperanza Calzado / Andújar

Los más de cien litros por metro cúbico caídos en Andújar durante la última semana provocan que los aledaños de la casa de la Virgen de la Cabeza se hayan convertido en un barrizal. Además, los riachuelos causan numerosos desperfectos en los preparativos de los romeros.

Sin embargo, estos mismos litros que a unos preocupan a otros llenan de tranquilidad. Los agricultores encuentran un alivio en el regadío de sus cultivos así como los pantanos que, con las últimas precipitaciones, ya se sitúan en el 41 por ciento de su capacidad.

También es motivo de alegría para los amantes de la sierra que miran aliviados como la tierra se empapa de cara al verano, época de alto riesgo para los incendios.

Este fin de semana, como cada año, cientos de personas se daban cita en el Cerro para ultimar los preparativos con vistas al sábado y domingo de romería y la carretera que accede al Santuario multiplicaba su tráfico normal.

Todos ellos miraban cómo las lluvias y los fuertes vientos habían provocado la rotura de lonas, tiendas de campañas voladas, casas de peñistas inundadas e, incluso, módulos y carpas cuya estructura se han venido abajo. Muchos de ellos se afanaban en arreglar estos daños el domingo cuando les sorprendió una breve pero intensa granizada que ocasionó, incluso, el desprendimiento de una roca que, afortunadamente, no provocó daños.

En la numerosa caravana de coches que subían a montar sus tiendas de campaña se veían caras de resignación y preocupación. El gran barrizal que se ha formado durante este fin de semana ha hecho imposible clavar los vientos que sujetan estos dormitorios improvisados por lo que muchos de ellos volverán a intentarlo a lo largo de la semana.