El convite de banderas anunció ayer la llegada de la Romería más antigua

El hermano mayor, Casimiro Ávila, invita al pueblo a vivir estos días con gozo e ilusión

ANDÚJAR
JOSÉ C. GONZÁLEZ

El convite de banderas anunció a los cuatro vientos en la jornada esplendorosa de ayer, que ya se avecina la Romería más antigua de España e invitó a la ciudadanía a encontrarse con María Santísima de la Cabeza, que ha horadado en lo más profundo del corazón de los iliturgitanos.

Se trata de uno de los actos más emotivos y entrañables, porque la música y los cohetes hacen despertar de una manera azorada a los vecinos que esperan el encuentro con la Madre con gran ilusión. Para el hermano mayor es un momento muy especial porque porta ese cetro (con más de cuatro siglos de antigüedad y que porta la imagen antigua de la Virgen) que acerca 'La Morenita' a todas las capas sociales de la ciudad. Ayer el Padre Domingo Conesa bendijo la banda que acredita como hermano mayor de la Romería de 2008 a Casimiro Ávila Cano: «Para mí es uno de los días más grandes y pido al pueblo que nos acompañe en estos días que vamos a vivir junto con María Santísima y quiero que mi alegría sea compartida por todos».

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Casimiro Ávila señala que ayer ya se anunció el inicio de la 'Fiesta Grande' en la ciudad. «Estoy hay que vivirlo en tus carnes para poder transmitirlo», enfatizó el hermano mayor. Ayer, se inició la primera jornada de publicación de banderas con la Eucaristía que se ofició en la ermita de la calle Ollerías, donde se impuso la medalla a los nuevos cofrades. Justo después se inició el desfile de las banderas presidido por los hermanos mayores, integrantes de la junta directiva de la Real Cofradía Matriz y órgano de la diputación junto con el alcalde y miembros de la Corporación.

La comitiva se trasladó a la parroquia de la Divina Pastora, al colegio de las Madres Franciscanas, a la parroquia de Santiago Apóstol, y ya en la jornada vespertina tras la bendición del caballo romero, enfiló el camino del Cementerio para honrar a las 'almas' que en su día día legaron un hondo fervor popular por la Patrona.

El convite de banderas finalizó en las parroquias de San Eufrasio y Cristo Rey, que fueron testigo del anuncio de ese anhelado encuentro hacia la Madre dentro de dos semanas.